«Cualquier tipo de tratamiento médico debe estar basado en un exhaustivo diagnóstico.»
En la medicina estética ocurre lo mismo. Sólo podremos resolver el problema de la paciente cuando la hayamos escuchado, hayamos entendido lo que desea, la hayamos valorado detenidamente y le propongamos una estrategia de tratamiento personalizada e integral.
Arrugas de frente, entrecejo y/o pata de gallo
La primera opción a la hora de mejorar las arrugas de la frente, el entrecejo y/o la pata de gallo es la toxina botulínica (comúnmente, “el bótox”).
Hay que diferenciar dos fases en este tipo de arrugas: la fase dinámica, cuando la arruga sólo aparece cuando gesticulamos, y la fase estática, cuando la arruga ya queda marcada en la piel incluso en reposo, sin gesticular.
En la primera fase, el tratamiento con toxina botulínica es suficiente para eliminar o paliar las arrugas.
En la segunda fase, además de la toxina, es necesario recurrir a algún método de mejora de arrugas ya marcadas en piel: vitaminas con ácido hialurónico, ácidos hialurónicos fluidos, mini hilos…

